LOS LECTORES, HAN DICHO…

EL AUTOR DICE…

Julio Cesar Casas Casas mi señor padre, inspirador de esta compilación de chistes, solía contarlos en las amicales reuniones de antaño con gracia inimitable y fina ironía. Narraba sus hilarantes historias adecuándose al tema de la tertulia, e imparable, las narraba una tras otra, hasta qué muchos se rendían con agudos dolores abdominales de tanto reír. Sus ocurrencias, siempre llevaban consigo una aguda mirada crítica sobre nuestra realidad, y llamaban a la reflexión, de una manera sana y constructiva.

Así nació esta compilación de chistes, muchos de los cuales fueron creados por él, y otros, incorporados y adaptados a su repertorio en función de su calidad y gracia.

Charles Chaplin decía: «Un día sin reír es un día perdido» y cuánta razón tenía. La risa ¡colorea la vida, la llena de luz y la inunda de felicidad y alegría!

Reír, produce efectos maravillosos en cuerpo, mente y espíritu. Tan solo veinte segundos de risa equivalen a tres minutos de ejercicio. El diafragma se contrae y relaja masajeando los órganos del tórax y abdomen; el corazón aumenta su frecuencia y más sangre se envía a todo el organismo; los pulmones al contraerse y expandirse vigorosamente, consiguen más oxígeno; la tonicidad de los músculos aumenta, se incrementa el metabolismo, y al liberar más adrenalina, endorfinas y serotonina, infaliblemente, nos sentimos bien, felices y con más salud. La risa propicia una mejora cuantitativa y cualitativa en las relaciones humanas, pues nos hace segregar dopamina y oxitocina, substancias que nos hacen más atractivos a los demás y apuntala nuestras relaciones, disminuyendo los niveles de estrés y estimulando la homeostasis.

Otra razón no menos importante en los objetivos planteados al publicar este libro, es propiciar la lectura, un hábito que hoy en día se practica cada vez menos. Estoy convencido de que la lectura es el verdadero camino hacia el conocimiento y la libertad, el medio más sencillo de viajar por el tiempo y el espacio, y la mejor forma de conocer y comprender a distintas personas, grupos humanos, y sus diferentes culturas.

Creo que los chistes, por su estructura, brevedad de lo narrado y por su inmediata retribución emocional, son fáciles de leer, y hasta quien no lee habitualmente, estoy seguro, encontrará gratificante el hacerlo.

Un chiste es un arma contra el aburrimiento y un resguardo contra la locura, a la que cada vez más, amenaza con llevarnos la vorágine del mundo actual. Un chiste puede ser terapéutico, un desfogue, un reclamo divertido a la vida, y eso solo hace bien. Las responsabilidades cotidianas, la agitación del medio en que vivimos, el tráfico y el peligro en las calles, las personas tóxicas y los problemas que nunca faltan, generan estrés y ansiedad, pintando de gris nuestro existir.

Con esta obra queremos dar color a la vida, pues riendo, nos convertimos en seres más lúcidos, tolerantes y amistosos, suprimimos la agresividad y propiciamos la paz.

La risa nos deja la sonrisa, y sonriendo, veremos el mundo con mejores matices y mayor intensidad.

¡Lee, ríe y sé feliz!

Carlos Antonio Casas Suárez

Abancay, Agosto del 2019